sábado, 1 de mayo de 2010

Hoy servìs sòlo a los fines catàrticos

en estos dias estoy triste. Me dicen "cambià la voz, por Dios", porque normalmente tengo voz medio de pito, campanita, timbre que suena todo el dìa.

pero en estos dìas se me estàn yendo dos viejitas muy queridas para mì, la ùnica hermana de mi vieja y una amiga del alma.

ambas sumidas en sufrimiento, el envoltorio terrenal sufriendo, resecàndose a la vista y lo que es peor, lùcidas en su partida.

y se me terminan los lazos con mi propia infancia y adolescencia, y tengo conciencia entonces de (perogrullo evidentìsimo) "mi propia finitud.

llega el final del camino para todos nosotros, eh?

a algunos se les hace como echarse a rodar por una ladera, gozosa, llana, con los rayos del sol acariciando, envolviendo.

a otros se les hace como largarse por un peñasco, lacerando toda la amplitud de la piel, teniendo en lucidez momento para despedirse de todo lo que atò la vida.



triste. Esa es la palabra. Triste.

1 comentario:

Perra Latosa dijo...

Vamos chiqui arriba! Es el momento de atesorar, de disfrutar, sin importar cuánto dure. Es duro porque sabemos que la muerte es algo que nadie elude, que nos separa al menos momentáneamente, pero para qué anticiparla? además, quién puede saber qué viene luego?

Yo creo que algo lindo.

Te mando un abrazotote negra!